En 1984, Detlef Kappeler recibe el encargo de la Universidad de Hannover de crear una obra en homenaje a Theodor Lessing.
Lessing fue un filósofo crítico de la República de Weimar que cayó víctima de una campaña antisemita por parte de grupos estudiantiles de la propia Universidad. Lessing sufrió bloqueos en sus clases, fue suspendido de la docencia en la Universidad de Hannover y posteriormente asesinado durante su huida a Praga en 1933, convirtiéndose en la primera víctima conocida de la represión nacionalsocialista.
Kappeler dedica dos años a investigar y trabajar en la pieza. A través de un extenso estudio sobre la vida y obra de Lessing y su esposa Ada, considerados los padres de la Universidad Popular de Hannover, Kappeler establece un vínculo entre la figura de Lessing y el profesor de psicología social Peter Brückner. Este último también había sido suspendido de su cátedra en la misma universidad en 1972.
Brückner había sido una figura emblemática durante los movimientos estudiantiles de 1968, participando frecuentemente como orador. En los años 70, se le acusó de simpatizar con el terrorismo de izquierda, ya que analizaba abiertamente la violencia de la RAF y la represión estatal, aunque nunca se demostró su implicación directa con el grupo.
En la obra final, Kappeler presenta a Lessing y Brückner en una misma pintura, resaltando la experiencia compartida de estos dos intelectuales en la Universidad de Hannover.
Su trabajo comienza con bocetos por separado de Lessing y Brückner, que va fusionando gradualmente a medida que avanza en su obra.
Para el pintor, el asesinato de Lessing no podía ser solo un símbolo, sino que debía manifestar los paralelismos con su contexto contemporáneo.
Lessing representa la libertad de expresión y cátedra, pero también simboliza a los perseguidos por el régimen nazi. Así, Kappeler vincula la figura de Lessing con su propia abuela, asesinada por eutanasia forzada (T4).
Kappeler también incluye figuras que representan a los trabajadores extranjeros maltratados por el sistema en la Alemania contemporánea (años 80), mostrando así iniquidades que persisten en el tiempo.
Al reunir todas estas figuras e implicaciones, el artista logra contextualizar la figura de Lessing y mostrar paralelismos con el presente, creando una obra llena de significado.
Para muchos contemporáneos, esta obra es un conmovedor monumento cargado de significado que visualiza las injusticias que perduran en el tiempo.
Kappeler logra caracterizar no solo a los asesinos de Lessing, sino también las conexiones y paralelismos con su presente. Sin embargo, la inclusión de Brückner junto a Lessing generó controversia a nivel nacional, y la obra nunca llegó a ser colgada en el edificio para el que fue concebida.
Es importante señalar que Kappeler es consciente de las claras diferencias entre las injusticias sufridas por ambos profesores. A pesar de ello, como artista crítico, siente la responsabilidad de mantener un compromiso político. La elección de Brückner junto a Lessing, con todas sus diferencias, caracteriza el estilo de argumentación pictórico-política de Kappeler, quien es consciente de que su obra puede generar rechazo en parte de la sociedad.
El trabajo concluye con comentarios de figuras como Erich Fried, Hans Mayer o Burghart Schmidt, lo que enfatiza aún más la intención y el impacto de la obra. Syring encuentra las palabras adecuadas para describir la argumentación del pintor en su cuadro:
La obra se convierte en un archivo histórico, pero de una historia contada de manera diferente; no lineal. Al evocar la memoria de las grandes figuras de la resistencia, describe una verdad del pasado y del presente que todavía hoy sigue reprimida.
[…] Este tipo de historiografía artística difícilmente podría ser más actual, cuando el movimiento de 1968 y la consecuente liberalización de la sociedad son atacados y criticados por razones partidistas, pero no se considera la infamia del contexto histórico en el que se produjeron.
El trabajo de Kappeler sobre Lessing ha sido objeto de estudio en varios ensayos de psicología política. La imponente obra final puede ser contemplada en la sala principal de la Volkshochschule de Hannover.
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